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Miércoles, 20 Marzo 2024 13:36

"Recomponer las jubilaciones es urgente"

Volvé a escuchar el comentario editorial de Cristina Pérez en Cristina Sin Vueltas

El valor de la canasta básica de jubilados es más de tres veces la jubilación mínima con bono incluido. Con lo que recibe hoy un jubilado por un haber básico, la mitad se le va en remedios, según la tabla que difundió la Defensoría de la Tercera Edad.

Primero hay que decir que la mínima con bono incluido es de unos 205 mil pesos, contra una canasta de gastos que alcanza a 685 mil según el cálculo de la Defensoría. Ni la jubilación media que suma casi 300 mil pesos logra cubrir la mitad de las necesidades.

Es que las jubilaciones están lejos de seguirle el ritmo a la inflación y por eso cada mes que pasa la pérdida es enorme.

Veamos cuánto cuestan las necesidades básicas que deberían afrontar los mayores:

 

Alimentos: 197 mil pesos. Con esto ya se iría casi la totalidad del haber mínimo más bono.

Limpieza: 93 mil pesos

Insumos de farmacia: 45 mil pesos.

Medicamentos: 108 mil pesos. Y en este rubro se estipula el costo considerando los descuentos existentes.

Vivienda: 117 mil pesos

Transporte: 46 mil pesos

Recreación: 26 mil pesos

Vestimenta: 25 mil pesos

Servicios: 26 mil pesos. Recordemos que el rubro servicios es muy sensible porque todavía está sujeto a nuevos aumentos.

Las jubilaciones vienen perdiendo por goleada desde hace más de dos mandatos presidenciales. Perdieron casi un 20 por ciento en el gobierno de Macri y a pesar de que la fórmula de esa administración les hubiera permitido empatar la inflación, en el gobierno de Alberto Fernandez, ese cálculo cambió y también perdieron, sobre todo los que no recibieron bonos.

Lo que pasa es que, con el agravamiento de la crisis, y la escalada inflacionaria de estos meses, entre octubre pasado y febrero la variación de esta lista de gastos fue de 118 %.

Semejante pérdida hace urgente que pueda tratarse una recomposición.

Durante toda la jornada de ayer se especuló con un posible decreto de necesidad y urgencia para la suba jubilatoria pero también trascendió que el gobierno prefiere que salga por ley. El escollo principal no sólo tiene que ver con el cálculo sino con los tiempos. El gobierno nacional ofrece recomponer las jubilaciones en el mismo porcentaje de la inflación desde abril, pero compensando sólo un 10% de lo perdido entre enero y marzo. Encima como incluyen este tema dentro de la Ley de Bases Bis y su tratamiento se postergaría hasta lograr acuerdos eso puede retardar más los aumentos.

El bloque Hacemos de diputados que incluye a la Coalición Cívica, Gen y algunos diputados peronistas, intentó sin suerte llevar el tema al recinto y ahora buscará tratarlo en comisión. No se conforman con esa compensación del 10% para todo lo perdido y reclaman que la mayor parte del ajuste recayó sobre las jubilaciones. En eso no se equivocan ya que ese rubro equivale al 43% del ajuste de enero. El gobierno tampoco lo niega. El propio presidente reconoció que los jubilados tienen pulverizados los ingresos, que el uso de bonos muestra el mal diseño de la fórmula y que la incorporación de 4 millones de beneficiarios sin aportes es una afrenta moral a los que sí aportaron. Pero reconocer el problema no significa que haya plata para los jubilados. Sin dudas es el “no hay plata” más doloroso de todos.

El presidente tiene razón cuando muestra que el sistema no es sustentable, y cuando diferencia entre jubilados que aportaron y jubilados que no, pero eso no lo exime de todos los esfuerzos necesarios para recomponer lo posible lo antes posible. Y como desde la administración nacional admiten que el origen de los fondos disponibles saldrá de las negociaciones por la Ley Bases, si el tratamiento de la misma se demora, la pérdida para las jubilaciones podría ser aún mayor.

Los jubilados no pueden elegir entre comer y tomar remedios y lamentablemente eso ya está pasando. Algunos tienen la suerte de tener un ahorro o la ayuda familiar, pero otros no tienen ni eso. Probablemente una reforma laboral también es imprescindible para que haya mayores recursos en el sistema reduciendo el mercado de trabajadores en negro.

Pero todo eso llevará más tiempo. Cuando algo es urgente lo poco posible es un mundo y no debería retrasarse ni un día más.