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Lunes, 09 Octubre 2023 16:27

"Un ataque contra el mundo libre"

Volvé a escuchar el comentario editorial de Cristina Pérez en Cristina Sin Vueltas

Desde el sábado no se borran de nuestros ojos las atrocidades cometidas por las bestias terroristas de Hamas sobre civiles inocentes. Niños que vieron a sus padres morir o que fueron arrancados de sus brazos cuando aún no habían despertado. Videos de mujeres cautivas o sin vida exhibidas como botín de guerra por las calles con sus cuerpos profanados y ancianos arreados como animales, incluso una señora en silla de ruedas que había sobrevivido al Holocausto. Padres que cubrían con su cuerpo a sus hijos incapaces de poder protegerlos aun dando la vida. Y jóvenes a quienes dieron cacería en un festival de música que a las pocas horas se había convertido en un cementerio a cielo abierto. ¿Cómo están? ¿Dónde los tienen? ¿Qué les hacen? ¿Cómo pasa las horas quien tiene hoy a un hijo, a una madre o a un hermano en manos de estos demonios?

Cultores de la muerte y el miedo, atacaron en un día sagrado, a 50 años y un día de la guerra de Yom Kippur y asestando un golpe que ya es comparado con el ataque contra las Torres Gemelas.

Pero Israel no está lejos. En el ataque a cada inocente, hay un ataque a la humanidad.

Israel está especialmente cerca de Argentina. Aquí las bombas de los promotores y financistas de esta carnicería atacaron dos veces. Porque Irán está detrás de la logística de este golpe sorpresivo. Miembros de la Guardia Revolucionaria Iraní le habrían dado luz verde hace sólo días. De la misma Guardia Revolucionaria Iraní a la que pertenecía uno de los pilotos del avión venezolano que anduvo a sus anchas en cielos argentinos mientras el entonces jefe de Inteligencia y hoy candidato a vicepresidente decía que se trataba de inofensivos instructores de vuelo. Los mismos iraníes con quienes pactó Cristina Kirchner y fue denunciada por el fiscal Alberto Nisman de intentar encubrir el atentado a la Amia por razones económicas y geopolíticas a instancias de Venezuela. A Nisman lo mataron antes de presentar su denuncia en el Congreso. Ese magnicidio, porque así lo investiga la justicia argentina, sigue impune. Y Cristina Kirchner casi logra ser sobreseída sin juicio por el infame memorándum con Irán. Así de cerca.

Ayer, la vicepresidenta, en su tuit solidarizándose con las víctimas no condenó el terrorismo. No mencionó la palabra terrorismo.

Israel está cerca e Irán peligrosamente cerca. Semanas atrás, Irán y Bolivia firmaron un acuerdo de defensa, sí, de defensa. Ayer Evo Morales justificó las atrocidades de Hamas en nombre de la lucha por la independencia palestina. Como si valiera todo. Y no sólo por cuestiones de seguridad y por haber sufrido dos ataques perpetrados por Iran en nuestro territorio es que el drama de Israel es nuestro drama.

Quizás lo expliquen mejor los festejos de Iran con fuegos artificiales por la concreción de la masacre o los de personas que se grabaron desafiantes amenazando con estar dispuestos a comer la carne de su enemigo. El terrorismo de Hamas, o de Isis tiene como objetivo final instalar su régimen fundamentalista en todo el mundo. Son enemigos declarados de la democracia y de la libertad a tal punto que educan a sus niños exaltando la idea del martirio y sin el menor titubeo en sacrificarlos. No es la vida sino la muerte lo que adoran y desde su sádica ideología celebran haber asestado un golpe al corazón de la democracia israelí, provocando una falla sin precedentes en su defensa sin ser detectados por los hasta hace dos días, casi infalibles servicios de inteligencia.

Muchos expertos han considerado que el objetivo real de este ataque es malograr la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudita que había sido considerada muy cercana por Mohamed Bin Salman, príncipe de la Corona Saudi. No sólo esos acuerdos estarán más lejos ahora. La barbarie de Hamas también condena a su propia gente y aleja paradójicamente la chance de un estado palestino. Estos monstruos también viven de la sangre de los suyos.

Israel prometió una respuesta de una magnitud nunca conocida a los perpetradores de la masacre terrorista. El país se ha declarado en guerra y ya moviliza un número sin precedentes de 300 mil reservistas para lo que describió como un cerco total en Gaza donde se cortó la electricidad y no llegarán ni combustible ni alimentos.

En estas horas se supo que tropas israelíes mataron infiltrados armados que buscaban entrar desde el Libano, abriendo otro frente territorial al conflicto.

Hoy se sabe que el plan de Hamas habría llevado dos años de planificación mientras engañaban a Israel aparentando no tener voluntad de un conflicto bélico. La farsa ocultaba entrenamiento y filtración en las fronteras para el golpe del 7 de octubre en plena festividad religiosa y en Shabbat. Ya son más de 700 los muertos y se cree que son unos 100 los rehenes aún en poder de los terroristas. Para algunos analistas no se descarta una ofensiva inminente para rescatarlos además del ataque a blancos relacionados con los mandos de Hamas.

Es el mundo libre todo el que está bajo ataque desde el sábado. Un mundo del que el kirchnerismo quiso sacar a Argentina para aliarla con oscuros regímenes autocráticos que incluyen a Iran, socio intelectual y material confeso de las atrocidades de estas horas.