Una de las denominadas "bombas dormidas" estalló en las inmediaciones del puente Donnersberger Brücke, cerca de la estación de trenes central de Múnich, en el sur de Alemania. El cuerpo de bomberos de la ciudad alemana confirmó que hay cuatro heridos, uno de ellos trasladado al hospital en grave estado.
La detonación se produjo pasadas las 12 del mediodía (hora local) en un sector en obras de la compañía ferroviaria Deutsche Bahn, y fue escuchada a varios kilómetros de distancia, según los testigos. Hasta el momento, las autoridades policiales creen que, durante unas labores de perforación, los trabajadores golpearon la bomba aérea de 250 kilos de peso sin detonar, lo que produjo la voladura de escombros a varios cientos metros de distancia.
El operador ferroviario confirmó que el tráfico en la estación quedó interrumpido hasta nuevo aviso y las fuerzas de seguridad acordonaron la zona, aunque no hay peligro para los transeúntes, según confirmó la Policía de Múnich a través de su cuenta de Twitter.
Las bombas sin detonar todavía se encuentran con frecuencia en Alemania 76 años después del final de la guerra, a menudo mientras se trabaja en obras de construcción. Por lo general, se desactivan o eliminan mediante demoliciones controladas, lo que a veces conduce a grandes evacuaciones como precaución.
Son frecuentes los operativos en Alemania para desactivar las llamadas "bombas dormidas" lanzadas por los aliados. Por lo general, se desactivan o eliminan mediante demoliciones controladas, lo que a veces conduce a grandes evacuaciones como precaución, tal como ocurrió en 2016 en la ciudad de Augsburgo, cuando 54.000 personas se vieron obligadas temporalmente a abandonar sus casas para desactivar una bomba británica. Algunos especialistas aseguran que, por ejemplo, el subsuelo de Berlín esconde todavía más de 4000 artefactos explosivos.