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Lía Salgado: "La depresión y el Kirchnerismo me dejaron fuera de la televisión”
Sábado, 12 Julio 2025 14:42

Lía Salgado: "La depresión y el Kirchnerismo me dejaron fuera de la televisión”

La reconocida conductora, periodista, locutora y pionera de los talk shows en la Argentina, quien fue estrella indiscutida de nuestra televisión en los años 90, habló en profundidad en Íntimamente con Alejandra Rubio sobre su vida, su carrera y como el Kirchnerismo y los problemas de salud mental la llevaron a un ostracismo que pudo superar recién ahora, después de 20 años: “El Kirchnerismo y los problemas de salud mental me llevaron a estar encerrada más de 20 años. Nunca me calle nada, pero en una época estuve muy valiente hablé muy abiertamente en contra del Kirchnerismo. Lo que todos saben, pero casi nadie dijo en aquel tiempo en televisión: que estuvieron robando 12 años sin parar, que no se bancaron que perdieron, que pedían todo justo y democrático, cuando se comieron la constitución en sanguchito. ¡No les importó la ley por 12 años, se afanaron todo lo que se pudieron afanar!. Si no lo decía me sentía cómplice del peor gobierno corrupto que hubo en Argentina. Ahí dije que Cristina tenía que terminar presa, junto con todos los cómplices de su gobierno. Son quinientos mil millones de dólares que se robaron en total. La gente sigue abajo aplaudiendo y esos quinientos mil millones de dólares son de ellos. No recibí amenazas, pero si fui censurada por años. Me generó mucho miedo. Me grababan mis conversaciones privadas, sabían todos mis movimientos y me excluyeron del trabajo.” Aseguró la conductora que regresa a la televisión en el canal Somos, el viernes 18 de julio a las 15hs, con un programa enfocado en la salud mental, buscando generar conciencia y apoyo para quienes atraviesan situaciones similares y poder ayudar.
 

Aunque muchos no lo sabían, la reina de los Talk Shows en Argentina, enfrentó varios desafíos en su vida, incluyendo una larga batalla contra la depresión, que la mantuvo alejada de los medios por casi 20 años… Actualmente, anunció su regreso con un programa totalmente diferente a lo que hizo hasta ahora, un ciclo enfocado en la salud mental, ayudar al público en general a comprender y poder ayudar: “Estoy muy entusiasmada con este nuevo programa, fue algo que ideamos con mi hijo y que tiene que ver con lo que yo pasé durante todo este último tiempo. La gente pasa mucho estrés y preocupaciones, tienen ansiedad por el laburo... Hay un montón de temas para hablar con todas las generaciones. La salud mental es muy importante y el sentirse comprendido e identificado con el otro también. Por eso la idea es generar conciencia en quienes no lo pasan, que puedan comprender al otro, juzgar menos. Entender que la depresión, por ejemplo, no es solo cuestión de voluntad y que el enfermo no la pone. Comprender más las distintas problemáticas y poder ayudar. Es duro también para los familiares, para quienes tienen que acompañar el proceso. A mí me costó 20 años empezar a salir, buscar un terapeuta, otro, otro… hasta dar con el indicado y la medicación indicada. Comprender que la depresión es una enfermedad y los problemas del sistema nervioso son enfermedades. Toda mi experiencia quiero trasmitirla y hablar con personalidades que también atravesaron lo suyo, que cuenten como lo atravesaron y como lograron seguir adelante. El primer invitado es el diseñador Roberto Piazza, un gran ejemplo de resiliencia, pasó por muchas pero siempre logró sobreponerse a todo estado y adversidad. Varios famosos pasaron por depresión, intentos o ideas de suicidio y pudieron priorizar la vida. A mí también me pasó.” Confesó Lía en Íntimamente.                                                          

Lía Salgado abrió su corazón y compartió una experiencia difícil que marcó su vida durante casi dos décadas. Con valentía, habló sobre los años de aislamiento, la lucha interna que enfrentó y cómo encontró la fuerza para salir adelante, dejando atrás los días más oscuros. Su testimonio no solo refleja la crudeza de su proceso, sino también la importancia de visibilizar un tema que afecta a muchas personas en silencio: “Yo estos últimos años estuve con depresión, que es una enfermedad muy difícil de curar. Pero gracias a Dios y a los médicos me curé. Yo en estos veinte y pico de años estuve encerrada en mi casa, no salí casi nada. Por ahí trabajé un poco y volví. Estaba muy encerrada. Me llamaban, pero ni yo me podía ayudar. Me invitaban a cumpleaños, a tomar un café para salir y siempre encontraba una excusa, que no me siento bien, que estoy mal de la vesícula… No le conté a nadie en ese tiempo que estaba pasando por depresión o si se los dije no me lo creyeron. Me acuerdo que tenía un pretendiente, el me llamaba, me insistía y no entendía que yo estuviese con depresión. Le decía: ‘No puedo hacer nada, no me pidas que haga algo porque tengo una depresión enorme. Yo no puedo tener ningún tipo de relación con vos. No tengo ganas, ni necesidad de nada con esta depresión.’ No lo entendía, no podía entenderlo. Es muy difícil para el otro entender que es una enfermedad y a veces hasta le cuesta entenderlo a uno mismo. Porque uno se siente culpable de estar mal, de no poder ayudarte... Eso pesa mucho. Pero por suerte encontré un buen terapeuta fabuloso, Dios me iluminó, porque era muy difícil salir sola. Estuve deprimida más de 20 años y ahora mi terapeuta dice que me cure. Hace dos años que me dio el alta. Igual yo me sigo tratando, sigo haciendo terapia." Se sinceró Lía.


En un mundo donde la salud mental sigue siendo un tema tabú, Lía Salgado se convirtió en una de las pocas figuras públicas que se atrevió a contar su propia experiencia sin filtros: “El cariño y la presencia de mi hijo fue fundamental en mi proceso de recuperación, pero él era muy chico y yo no podía pedirle o pretender que me apuntalara. Fue siempre el gran motor de mi vida. Incluso a él y a su padre los llamó mi terapeuta de entonces para explicarles. Las personas en general te ven de afuera y piensan que tenés todo, que no tenés que estar deprimida, no entienden de qué te quejas. Tenés un techo, comida, un hijo, medianamente ‘salud’… No comprenden lo que pasa por dentro, porque uno está siempre tirado en la cama. Cuando estaba con depresión no era una acelga, era un manojo de acelgas hervidas tiradas en la cama. Estaba fusileti y no podía ni moverme. Me costaba muchísimo salir de la cama y por ahí salía hacer una compra por mi barrio, que es un barrio concheto, en verano con un impermeable de invierno, me miraban y me decían ridícula. La gente no entendía por lo que yo estaba pasando, agarraba lo primero que encontraba y me lo ponía, no me importaba nada. Comía solo yogurt para no tener que cocinarme y comprarlo en el kiosco. Me compraba varios y no salía más. Pensaba solo en morirme, quería morirme, pensé muchas veces en el suicidio. Llegué a pensar que no tenía más sentido seguir viviendo. Tal vez soy la primera persona de los medios que habla de sí misma en estos términos. Lejos de querer mostrarme como víctima, busco generar conciencia y abrir el diálogo sobre una problemática que afecta a muchísimas personas. Pasé por lo peor y estoy viva. Ahora puedo contar mi historia y ayudar a otros. Después de años de lucha, finalmente encontré el camino para transformar el dolor en aprendizaje y quiero compartirlo.” Contó entusiasmada del nuevo ciclo que estrenará en el canal Somos, el viernes 18 de julio a las 15hs, con repetición los lunes y miércoles 


Lía Salgado era hace unos años (década de los 90 y principios de los 2000) uno de los rostros más familiares de la televisión argentina. Es que la conductora, recibida de Licenciada en Ciencias de la Comunicación, supo ser pionera en un género que tuvo sus años de furor: los Talk Shows, donde personas del público se presentaban en pantalla planteando sus problemas, mientras eran aconsejados por especialistas en Psicología, Medicina o Leyes y recibían la opinión de panelistas, en representación del imaginario popular. La comunicadora estuvo al frente de Hablemos con Lía y Sin Vueltas, y se destacó porque el formato norteamericano aún no era conocido en Argentina y ella fue la responsable de traerlo a nuestro país y que se propagase por todo Latinoamérica: “Yo traje este género a la pantalla de nuestro país. Todo empezó por una idea mía, que aceptó un productor en América en ese momento. Me llamó Montero por otra cosa y se lo propuse. Le dije que había visto el Talk Show de Cristina en EE.UU y que quería hacer algo similar. Y me dijo: ‘¿Pero vos decís un Talk Show en Argentina?’ Y le conteste: ‘Si, porque no?’ Al principio no quería, después me pidió unos días para pensarlo y a los tres días me llamó para darme el sí y decirme que íbamos a hacerlo. Hice durante ese tiempo todo tipo de entrevistas, entrevistas a violadores, prostitutas y sus familias, hombres golpeados. Hice mil temas, cinco por semana en 10 años. El programa que conduce Laura Bozzo, era un refrito de Hablemos con Lía. Yo tenía un productor que se llevó un videocassette de esa época a México y se lo mostró a Laura. Le dijo que hiciera un programa como el que hacía yo y que lo imitara. Y bueno, ahí fueron a trabajar un par de productoras de acá, también después me enteré y le dije: ‘¡Me hubieses llevado a mí!’ Pero bueno, así fue, es un refrito de mi programa. Yo renuncie al Talk Show y fue mi gran error, porque me criticaban y me dolió mucho eso. Renuncié por las críticas, no me las bancaba más y tuve problemas con la producción porque me enteré de algunas cosas que me ocultaban y me pasaban por encima. Me llegó el rumor que un par de productores querían truchar y a esos los saqué, pero después también hubo otras desinteligencias. Yo hacía y exigía casos reales. Cuando vi que se habían colado algunos casos así, lo sentí como una traición y renuncie. No comprendí que no se dejan los éxitos y no debería haberlo dejado. Debería haber pedido explicaciones. Me cuesta hablar de los problemas. En vez de hablar con los directivos del canal, me fui, renuncie.” Agregó la conductora que en el 2003 se alejó de la pantalla chica, a la que no volvió sino como invitada en alguna oportunidad y fue a la radio, donde trabajó en varias emisoras.


En un principio propuestas no le faltaron, pero poco después tanto el Kirchnerismo y los problemas de salud mental la llevaron a un ostracismo que pudo superar recién ahora, después de 20 años: “Nunca me calle nada, pero en una época estuve muy valiente hablé muy abiertamente en contra del Kirchnerismo. Lo que todos saben, pero casi nadie dijo en aquel tiempo en televisión, que estuvieron robando 12 años sin parar, que no se bancaron que perdieron, que pedían todo justo y democrático, cuando se comieron la constitución en sanguchito. No les importó la ley por 12 años, se afanaron todo lo que se pudieron afanar. Si no lo decía me sentía cómplice del peor gobierno corrupto que hubo en Argentina. Ahí dije que Cristina tenía que terminar presa, junto con todos los cómplices de su gobierno. Son quinientos mil millones de dólares que se robaron en total. La gente sigue abajo aplaudiendo y esos quinientos mil millones de dólares son de ellos. No recibí amenazas, pero si fue censurada por años. Me generó mucho miedo. Aunque igual, a pesar del miedo que tenía, fui a la televisión y hablé. No sufrí amenazas, pero si sutilezas. Yo hablaba con alguien y después me encontraba con otra persona y me decía con quien había hablado, terrible. Ósea que me grababan y sabían todos mis movimientos. El tema fue porque no me metí, ni firme lo que ellos querían. Cuando estaban en contra del campo, yo tenía que firmar y no quise, como no les firmé ninguna solicitada. Ese fue el motivo determinante para me excluyeran. Yo trabajaba en Radio Nacional, tenía un programa cultural a la noche muy lindo. Tenía éxito, a la gente le gustaba mucho y tenía muchos llamados. Me excluyeron por eso, porque no firmé.” Aseguró la periodista.


Refiriéndose a su militancia y cuál era su relación con Néstor Kirchner, contó: “Yo a Néstor lo conocía desde La Plata, cuando yo tenía 18 años y el veintipico. Yo estudiaba periodismo y el estudiaba derecho. Yo tuve una cercanía a la agrupación de ellos, como era en aquella época. Todos los estudiantes tenían cercanía a todos. Nos veíamos, nos encontrábamos todos y con Néstor nos reíamos muchísimo, él era muy gracioso, me llevaba bien, tenía muy buena onda. No éramos amigos de visitarnos en nuestra casa, si de compartir con otros estudiantes. A Cristina no la conocía, nunca tuve relación con ella. Después la conocí más tarde, mucho tiempo después. Hace poco se dijeron muchas pavadas, hasta que yo había tenido un romance con Néstor Kirchner. ¡Nada que ver, una pavada total! Jamás me gustó. Además yo tenía novio. Creo que lo dijeron para bajarle valor a toda mi crítica al Kirchnerismo. Alguien que me quería dejar mal parada por lo que dije por mí misma, me inventa que tuve un romance con Néstor y estoy despechada, para justificar lo que dije y yo lo dije desde el total convencimiento. Para justificar que lo que dije era una mentira, y no es una mentira, eran una banda de delincuentes. No es mentira, pero así lo justifican.”


Más allá de la depresión, se habló muchísimo del estado de salud de Lía, hasta llegó a decirse que se encontraba en silla de ruedas y sin poder caminar: “Tuve un problema y tuve un quiste adherido a una vértebra, cuando fui a la guardia de Medicus, el médico me dijo que era un esguince. Le dije: ‘Mire que yo me acabo de caer y no me responden ninguna de las dos piernas, no puedo caminar’ Y el médico me respondió nuevamente: ‘Es un esguince’. Yo pensé este tipo está loco y me fui. Me fui a la casa de mi madre de 89 años para que me cuidara. Ahí me vio otro médico de La Plata, me hizo un estudio muy por arriba con resonador abierto y no encontró nada, solo vio mis hernias de disco de las cuales ya había sido operada a los 24 años. Mi hijo me vino a buscar, volví a Buenos Aires y, después de estar 9 meses sin saber qué hacer, una amiga me recomendó ir a ver un neurólogo que el médico de La Plata también me había dicho, pero que no conocía nadie acá y atendía y operaba su hermano en el Fleming, me mando al muere y esos 9 meses generaron que se me cruzaran músculos de las pantorrillas. Porque esos 9 meses que yo demoré en encontrar el neurólogo del Fleming me trajo muchas complicaciones. Ahí me dejaron internada 3 días, me hicieron varios estudios y una resonancia cerrada con anestesia y a ahí descubre que tenía un quiste sinovial, de líquido, pegado al nervio ciático. Me operaron enseguida, me lo sacaron y todavía estoy en rehabilitación. Tengo épocas buenas y épocas malas, pero caminar camino, solo que no hago largas distancias caminando. Por mi casa camino tranquila y si salgo a caminar grandes distancias llevo un bastón para asegurarme que no pase nada, pero jamás estuve en silla de ruedas.” 


Hablando de su vida, Lía recordó: “Nací en La Plata, Provincia de Buenos Aires. Soy hija única, tengo un hijo único y un nieto único. Mi papá era abogado y mi mamá maestra y bibliotecaria. No tuve ningún problema económico, muy por el contrario. La mayoría de los famosos tuvieron una historia difícil yo, en el sentido económico, no. Me pesó ser hija única, pero por suerte cerca de mi casa vivían unos hermanos de los cuales me hice muy amiga y andábamos todo el día juntos jugando por la calle, cosa que en ese tiempo se podía. Tuve una lindísima infancia. Mi adolescencia fue más difícil por la pérdida de mi padre. Los médicos se pasaron con la anestesia y lo mataron. Fue lo peor que me pasó en la vida. Tuvo un  accidente cuando tenía 42 años. Los médicos decidieron operarlo por una fractura en su tobillo pero nunca le avisaron a la familia que iban a operarlo y murió en la operación. El anestesista le dijo a mi madre: 'Se nos fue de las manos' Fue mala praxis, era una operación sencilla, su perdida nos desbastó. Yo tenía 14 años, estaba en dos semanas cumplía los 15 años. No había fiesta porque a fin de año nos íbamos él y yo de viaje a Europa por dos meses. Me dijeron si yo quería la fiesta o un viaje y yo elegí irme de paseo con mi papá. Imagínate como cambió mi vida de un día para otro. Mi mamá se hizo cargo de todo, yo estaba destrozada, vivía por mi papá. Después nos estafo un socio de mi papá y la sucesión fue muy problemática ya que mi papá tenía 5.000 juicios. Imagínate 5.000 personas tocándole timbre a mi mamá o en los estudios de mi papá dela Plata y Buenos Aires. Nosotros veníamos mucho acá a pasear a ver obras de teatro, al cine."


Siguiendo con su historia, la conductora agregó en cuanto a su formación: “Fui al Normal 1, después estudie periodismo también allá, después viajaba de La Plata acá para estudiar locución. Mi papá y mi mamá querían que yo estudiase abogacía, me taladraban el cerebro para que fuera abogada y yo ya estaba convencida que mi destino ya estaba echado. Entre a Derecho y cuando vi el aula magna llena de gente, no me dieron ganas de quedarme. Y vino un amigo mío, que era atorrante, nos fuimos a anotarnos en periodismo, él se fue y yo me quedé enamorada de la carrera. La primera oportunidad fue en una radio como locutora, decía dos o tres palabritas, pero me gustó. Después empecé a estudiar locución en Buenos Aires. Iba en tren y volvía en colectivo porque llegaba a la 1 de la mañana. Me enamoré de esta profesión para siempre.”La historia de Lía Salgado y su lucha contra la depresión es un testimonio de resiliencia y transformación. Después de años de aislamiento, logró reconstruirse y dar un nuevo sentido a su experiencia, convirtiéndola en una herramienta para generar conciencia sobre la salud mental. Con su voz sincera y sin tabúes, abrió un espacio de diálogo necesario, demostrando que siempre es posible encontrar una salida y empezar de nuevo: "Pasé por lo peor y estoy viva. Ahora puedo contar mi historia y ayudar a otros" Expresó Lía, quien regresa a la televisión en el canal Somos el viernes 18 de julio a las 15hs con un programa que busca generar conciencia sobre salud mental y apoyo para quienes atraviesan situaciones similares.