Rafael Basurto Lara: “Es un gran orgullo ser la última voz del mítico trío Los Panchos”
Sábado, 28 Diciembre 2024 22:32
Rafael Basurto Lara: “Es un gran orgullo ser la última voz del mítico trío Los Panchos”
El reconocido cantante mexicano y voz sobreviviente del legendario y emblemático trío "Los Panchos", que enamoró musicalmente a varias generaciones, habló en Íntimamente con Alejandra Rubio, sobre su vida, su historia, su infancia y como consiguió cumplir su sueño de niño incorporándose al legendario trió "Los panchos": “Aunque el mundo está convulsionado, el amor siempre prevalece y los jóvenes se enamoran y disfrutan de los ritmos nuevos. En cada gira que realizo me demuestran que no hay como el bolero para acercar cuerpos, almas y corazones. Desde muy niño amé y admiré al trío Los Panchos. El trío está cumpliendo 80 años, y sus fundadores los mexicanos Alfredo "El Güero" Gil y José "Chucho" Navarro, junto al puertorriqueño Hernando Avilés, se convirtieron rápidamente en el grupo de artistas latinoamericanos más influyentes de su época. El haberme podido sumar a ellos en mi juventud, fue tocar el cielo con las manos, fue lograr el mayor sueño de mi vida. Hoy seguir transmitiendo su legado es una bendición.”
El trio que se convirtió en uno de los más famosos de todos los tiempos, llegando a vender millones de copias de sus discos y batir un récord que aún hoy en día conservan en cuanto a liderazgo de producción musical. No es de origen mexicano, como muchos piensan. Fue fundado en New York en el año 1944, cuando tres músicos unieron sus talentos e innovaron el género de los tríos cantando a tres voces. Poco tiempo después el propio ¨Güero" Gil le dio su sello al grupo, inventando un instrumento revolucionario; el ¨Requinto¨, una guitarra más pequeña que se afina una octava más alta. Los Panchos grabaron más de 1200 canciones, vendieron millones de discos y puede escucharse versiones hechas por ellos en más de 10 idiomas, recibieron innumerables premios y homenajes. Rafael Basurto Lara es la voz sobreviviente del emblemático trío, la leyenda viviente que sigue llevando su música a distintos rincones del mundo.
Durante 190 años, el bolero se ha mantenido como el rey de los ritmos latinos. Cientos de cantantes han caído rendidos ante el género e incluso la música urbana se atrevido a re-versionar algunos de sus clásicos. No obstante, los nostálgicos del romanticismo siguen demandando las versiones originales de temas como Si tú me dices ven o Amor, que hoy por hoy solo pueden ser escuchadas en la voz de un inconfundible icono: Rafael Basurto (80), el último cantante de Los Panchos. La agrupación mexicana conocida como "los padres del bolero". En 1944, los artistas Alfredo Gil, Chucho Navarro y Hernando Avilés formaron el trío Los Panchos en Nueva York. Los tres tocaban la guitarra y los tres tenían buenas voces, por lo que decidieron fundaron un trío donde todos los integrantes fueran vocalistas y músicos. Por supuesto, la idea resultó ser un éxito y al poco andar grabaron su primer disco. Se trató de Mexicantos, un álbum repleto de música mexicana y un bolero muy especial: Hasta mañana, que, en cuestión de meses, los catapultó al éxito. A pesar de la popularidad de Los Panchos, la agrupación sufrió diversas crisis y debió cambiar de componentes en numerosas ocasiones. De hecho, durante toda su carrera han existido siete formaciones en la banda. Pero, sin duda, la más conocida es la 1976, que incluía a Gil, Navarro y el nativo del estado de Guerrero Rafael Basurto Lara. Durante los 70 y los 80, Los Panchos fueron considerados verdaderos dioses en Latinoamérica, EEUU y España. Rafael sigue trabajando con las mismas ganas que en su primer día. Canta todos los días, vocaliza a diario y recorre el mundo con su música, con la misma pasión que a los 20 años.
Rafael Basurto Lara: nació en Tlapa, estado de Guerrero, México el 15 de abril de 1941 y así cuenta su propia historia: “Desde muy niño comencé a amar la música. A los 5 años ya cantaba y tacaba la guitarra. A partir de los 8 años descubrí al trio ‘Los Panchos’ y fue un amor a primera vista. Me convertí en un seguidor incondicional del grupo. Veía todas las películas que filmaba el trio y comencé a copiar nota a nota sus inflexiones vocales. Mi sueño era poderlos conocer personalmente, hasta que un día en 1976 mi sueño se hizo realidad, supere mis expectativas y me convertí en la voz de ‘Los Panchos’. Vendimos millones de discos y grabamos juntos más de 40 LP. Luche mucho por estar en la música, pero nunca pensé que la vida me iba a premiar de esta manera. Hoy más allá que sigo viajando llevando mi música por el mundo, mi lugar es la Argentina porque mi mujer es argentina y este país, al igual que ella, me conquistó.”
“Yo tuve una niñez feliz en mi pueblo en Guerrero México. También de mucho trabajo porque teníamos una hacienda y un rancho muy hermoso. Mi familia estaba compuesta por mi padrecito, mi madrecita y cuatro hermanos, éramos tres varones y dos mujeres. Mis padres ambos cantaban. Sobre todo mi madre que me cantaba canciones de cuna para dormir. Mi padre era de un carácter muy fuerte y desde muy niño me preparaba para que continuara con la hacienda, él no quería que fuera músico. Desde muy chico molestaba a mi madrecita para que me regalara una guitarra y ella me la regaló a escondidas de mi padrecito porque para él era como un asesinato. Yo amaba todo lo artístico, me escapaba a ver las películas al cine, los artistas, los músicos… Yo quería hacer lo mismo, pero nadie me enseñaba. Me acercaba a los muchachos mayores que tocaban y como se reunían a tocar y tomar unas copan, me corrían porque yo estaba muy chico. Hasta que conseguí en la hacienda de mi padre un señor que toca la guitarra y él fue el que me enseñó las primeras posiciones de las manos en la guitarra. Mi mano era muy pequeñita y no alcanzaba muy bien, pero le buscaba la vuelta para poderlo hacer y poder practicar, todo escondido de mi padre porque él tenía otros planes para mí. A los 2 o 3 años, yo ya tenía 8, cuando escuche por primera vez a ‘Los Panchos’ Era una canción muy bonita de mi compañero Chucho Navarro, cuando los escuche dije: ‘¡Hay eso quiero hacer exactamente!’ Y, desde ahí, empecé a imitarlos. Y a los 8 o 9 años empecé a dar serenatas. Recuerdo que me ponían bigotes para que la policía no me arrestara por menor. jajaja” Recordó Rafael.
Continuando con su relato, el cantante continuo: “A los 12 años me fui a México. Le dije a mi padre que quería seguir mis estudios en México. Tanto le insistí que mi papacito, que me dijo: ‘Bueno, está bien. Pero solamente que tu madre se vaya contigo’. Me puso en una encrucijada, era hacer algo para cumplir mi sueño, pero separando a mis padres. Le dije a mi madre: ‘Mamacita, mi papacito me dejó ir solo si usted me acompaña, si usted se viene conmigo’ Mi madrecita dijo: ‘Claro que si hijito. ¡Vamos, vamos! Para mi padre fue un golpe terrible, mi madre se venía conmigo y lo dejaba a él y a sus otros 4 hijos que aún no se habían casado. Le dije a mi papacito: ‘Papacito mi mamá se va conmigo’ Mi padre grito: ‘¡A ver Ceferinda ven para acá! ¿Te vas con este muchacho? Si te vas de acá no vuelves a poner un pie en esta casa’ Mi madre le dijo: ‘Perfecto’ y me dijo a mí: ‘Vamonos hijito’ y así lo hicimos. Nos fuimos sin un peso y a una vida de sacrificio. Con mi padrecito teníamos todo, no solamente una hermosa hacienda con todo, sino también muchas personas que nos ayudaban en la casa. Cuando llegamos a México, mi mamacita y yo, no teníamos nada. Mi madre comenzó a trabajar para mantenerme. Comenzó a lavar y planchar ropa para afuera para que yo pudiera estudiar. De lo que le daban de comer en las casas que trabajaba me guardaba una parte para mí para que yo pudiera comer algo por las noches. Cuando vi que ella llegaba muy cansada y dormíamos en el suelo, porque no teníamos ni cama, decidí dejar de estudiar y trabajar para mantener a mi madre. Ella al principio se opuso, pero yo le dije que al final no iba a tener ni carrera, ni madre y entendió.”
El reconocido cantante mexicano continuo: “Con 13 años, para ayudar a mi madre y que pudiéramos salir adelante, debuté como boxeador. Pese a ser tan bajito, era la única posibilidad de dinero rápido. Necesitaban gente para entrenar a los que estaban más arriba. Era una especie de puchimball. La primera pelea la gané y uno se ilusiona. Me empezaron a decir que iba a ser un campeón, a entusiasmarme. Después me pusieron otro que me costó más trabajo. Después iba a pelear en un torneo de los Guantes de Oro de México y me pusieron la prueba final. Cuando vi a mi contrincante supe que me iba a destrozar, me empezaron a lavar la cabeza y decirme: ‘¡No seas tonto! ¡Piensa que le vas a ganar!¡Si piensas eso ya perdiste!’ Traté de convénseme, pero era el doble que yo. Y le digo: ‘Oye, creo que no’ Pelee igual y perdí. En el segundo round me partió el labio y hasta el día de hoy llevo la marca en mi cara. Me dije esto no es para mí y seguí con mi guitarrita cantando. Lo importante era que mi madrecita dejara de trabajar, dormir en el piso y poder llevar un plato de comida a casa.” Aseguró Rafael Basurto Lara.
Ahí seguí con mi guitarrita cantando, pero agarre el mal camino. Había mucho alcohol y yo no me resistí. Me llamaban para tocar y me daban de beber, hasta que fue un problema. Tomaba para subir a cantar a los autobuses, me daba vergüenza. Tenía que miedo que algún paisano de mi padre, pudiera verme y decirle que estaba cantando por las calles. Ahí nos daban unas monedas por cantar. Después empecé a cantar con un grupo en los bares del Barrio Chino de México a la gorra y ahí empecé a ganar más dinero. Un día mientras mi compañero pasaba la gorra, me dice un hombre: ‘Ven chaparrito, cantas muy bien. ¿Cuántos ganas acá? Yo le contesté: ‘Tres pesos’ y me ofreció mucho mejor dinero para cantar en el Café Francés, en el centro de la ciudad de México y ahí me puse mi primer trajecito y fue todo más profesional. Ya pudimos mudarnos a un departamento muy chiquito, pero estábamos solo mi madrecita, yo y podía darle más dinero. Así siguió mi vida hasta 1976 que cumplí mi sueño de debutar con ‘Los Panchos’. El destino estaba marcado. En ese tiempo había muerto Ovidio Hernández, otra de las voces de ‘Los Panchos’ y andaban buscando una primera voz. Yo estaba grabando con ‘Los Córdoba’ con el hijo de Alfredo Bojalil y me dijo: ‘Rafael te gustaría irte con ‘Los Panchos’’ y enseguida le contesté que por supuesto. Llegado el momento me asusté y me arrepentí. Me había dado una tarjeta de presentación con la dirección, fui hasta el lugar y me volví. Pero el destino estaba marcado y un día que estaba en el estudio de grabación llegaron ‘Los Panchos’ y empezaron a escuchar detrás del vidrio lo que grabábamos. Cuando mi compañero me dijo que estaban. Justo estábamos cantando una canción de ellos y no me salía. Me salía la voz finita y muuuy desafinada, inclusive hasta como con gallos. Me quería morir. Toda la vida esperando ese momento y lo venía a arruinar así. Se dieron cuenta que estaba asustado y me dijeron que no cantara, que solo la dijera y así lo hice y salió. En ese mismo momento me preguntaron si sabía alguna canción de ‘Los Panchos’ y empezamos a grabar como que lo habíamos ensayado años.”
Su llegada a “Los Panchos” significó la cima de su carrera artística: “Llegué luchando muy fuerte con varios tríos, compañeros que algunos se quedaron en el camino, otros continuaron, se hicieron famosos, otros se hicieron actores. A mí me tocó lo más hermoso. Haber llegado a un trio tan famoso como Los Panchos. El trio se funda en Estados Unidos, Nueva York, en el año 1944 y los integrantes originales fueron los mexicanos Alfredo Bojalil Gil, más conocido como El Güero Gil y José de Jesús Navarro Moreno, más conocido como Chucho Navarro; y el puertorriqueño Herminio Avilés Negrón, de nombre artístico Hernando Avilés. De ahí, hemos pasado siete voces, y yo soy la última primera voz del trio porque todos mis compañeros han desaparecido. Ellos comenzaron haciendo folclore americano, creo que se pasaron al bolero y nunca se imaginaron revolucionar el bolero de tal manera que llegaron a todo el mundo. Con Gil y Navarro aprendí todo lo que se debe hacer y lo que no. Pero también aprendí a ser atento con nuestro público, porque realmente el público es lo que nos sostiene artísticamente, al que tenemos la obligación de encajarles en el corazón nuestras canciones para que hagan el amor en su casa" Agregó Basurto Lara con nostalgia de otros tiempos.
Para Rafael Basurto Lara, el secreto de la vigencia del grupo y los boleros es el romanticismo: “Siempre digo que es porque siempre le cantamos a la mujer, que es lo esencial de la vida, lo primordial de nuestra existencia. No hay otra manera de decirle gracias al amor y a la mujer que a través de la canción y, especialmente, del bolero. En ellos están todos los sentimientos humanos, del amor a la desesperación, celos, esperanza, angustia... La esencia del corazón humano está en los boleros, dichos con melodía y ritmo. En eso Los Panchos fuimos pioneros. Era música sencilla y hecha con cariño, con tres voces y guitarra, pero con un solo corazón. No me parece raro que aún se sigan escuchando los boleros. Porque para la gente joven, aunque escuche música joven o música moderna, siempre llega un momento en que tienen que acercarse, hablarse al oído, decirse cosas bonitas como 'amor, amor, amor. Nació de ti, nació de mí, de la esperanza'... Y yo creo que el amor llama al bolero. Entonces se acercan almas, cuerpos y corazones. El bolero no tiene edad... a nuestros conciertos viene gente joven. Incluso niños, lo que me llena de satisfacción porque Los Panchos siempre cantamos para unir cuerpos, almas y corazones. Y le pido a Dios y al Universo que este sentimiento sea eterno porque nuestro planeta está un poco desorientado y convulsionado, y es importante volver al amor. Si no, desapareceremos.”
Refiriéndose a su canción favorita, el cantante aseguró: “Tengo muchas canciones. Pero sobre todo una, que fue premonitoria. Se llama ‘Si tú me dices ven’. Con ella conocí a mi señora hace más de treinta años y, como dice su letra, lo dejamos todo, uniéndonos en un solo corazón. Y hoy seguimos ambos tan enamorados como el primer día. Realmente marcó mi vida personal, lo dejé todo para estar con mi mujer. Además, a mi parecer, es uno de los mejores boleros románticos de la historia. Fue compuesto en 1976 por Alfredo Gil. Esa canción fue la primera que entró en España y nos abrió las puertas de par en par. Vendimos 3.700.000 copias y nos trajo momentos inolvidables en nuestro país. Nos llamaron para hacer un estadio (el Vicente Calderón). Creo que había unas 115.000 personas. Cuando cantamos 'Si tú me dices ven', toda nuestra gente, como un coro celestial, comenzó a cantarla. Mi compañero Alfredo Gil empezó a llorar, y yo ni se diga. Se grabó en el corazón, en el alma, en la vida. Para mi vida personal ha sido premonitoria, porque ella lo dejó todo para estar conmigo y yo lo dejé todo para estar con ella. Desde ese momento, hemos estado juntos por siempre y, considero, para siempre." Relató emocionado Basurto Lara.
La ultima voz principal del trío “Los Panchos”, Rafael Basurto Lara, es un agradecido a Dios y al destino por tantos años de historia: “Estoy complacido con el mundo, con Dios, con el universo, con la Tierra y la gente, que nos ha apoyado de carrera y todavía le sigue gustando nuestra música. Eso me levanta el ánimo y me da más fuerza para seguir luchando todavía por los enamorados.” Concluyó el cantante.