Nicolas Razzetti habló con Luna en Bichos de Campo porque los asesores de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados están analizando diferentes proyectos de ley sobre aplicaciones de agroquímicos y fertilizantes. Hay al menos tres iniciativas que fueron resumidas en un reciente informe de la Fundación Barbechando, que sigue siempre atenta los debates legislativos sobre cuestiones vinculadas a la producción agropecuaria.
El debate respecto del uso de agroquímicos y las aplicaciones en general viene ganando espacio en la agenda social y sectorial. Ante los reclamos de quienes habitan los periurbanos, los gobiernos municipales o la justicia terminan delimitando distancias a zonas periurbanas y creen que con eso se resuelve el tema. Pero en realidad lo que hacen es intentar despejar con un pelotazo fuera del área el peligro de gol.
Desde su posición como especialista en aplicaciones, Luna insiste que a la hora de reducir los riesgos es mucho más importante el modo y el contexto en que se utilizan los agroquímicos, que la distancia del lote de las zonas pobladas.
En ser sentido, destacó que siempre es necesario considerar la dirección del viento, que vaya en sentido contrario al sector periurbano a cuidar. También se debe prestar mucha atención a la “inversión térmica”. Se trata de una condición ambiental que hace que las gotas de agroquímicos que se producen queden suspendidas en el aire y con el riesgo de que una brisa las transporte a otra zona.
“Las distancias de 500, 1.000 o 1.500 metros son irrisorias, pues hay catalogadas inversiones térmicas que viajaron 10 kilómetros. Las distancias no reflejan los que debemos hacer en el campo”, enfatizó el profesional.