La situación se suma a los demás problemas que ya trae la producción de naranjas y mandarinas que caracterizan esa zona y el sur de Corrientes. Ariel “Chirola” Panozzo, el presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos, resumió el estado de situación: “El panorama de sequía es preocupante, no se esperan casi lluvias de acá hasta abril, el panorama de exportaciones también es incierto y tenemos un dólar inquieto sin saber cuál es el techo y comprando insumos a dólar blue”.
Como si fuera poco el HLB se desparrama sobre el macizo citrícola. En los últimos meses la enfermedad apareció en una zona nueva, en Chajarí, en el norte de Entre Río. Según el comunicado del gobierno provincial esto obligó a controlar un total de 1500 hectáreas en ese departamento y también en Concordia y Federación.
Panozzo explicó por qué preocupa tanto la difusión de este problema sanitario. En primer lugar se refirió a la actitud imprudente de algunos citricultores: “Hay productores que descreen de la enfermedad, que creen que se la puede combatir, que no es tan grave. Por eso estamos haciendo el esfuerzo para que tomen conciencia”, denunció.