Lo que se pretende con ese documento es analizar las causas de ese fenómeno, pero sobre todo estudiar medidas que frenen al deforestación indiscriminada. A reducir este proceso ayudó la Ley de Bosques sancionada en 2006, pero ahora los expertos quieren sobre todo determinar qué se puede hacer para que convivan la preservación con el crecimiento productivo.
Según Pablo Peri, coordinador del Programa Nacional Forestal del INTA, la principal causa de la deforestación de bosques nativos fue el avance agrícola que tuvo consecuencias importantes.
Con este proceso “perdemos lo que denominamos servicios eco-sistémicos, es decir lo que el bosque nos da al sector productivo y a la sociedad”, explicó el técnico. Eso implica desde “la provisión de madera a la biodiversidad, a la regulación hídrica o la pérdida de suelo cuando perdemos capacidad productiva”, enumeró.