Aníbal Pordomingo, el coordinador del Programa Nacional de Carnes del INTA, dijo que se hace necesario abordar todos estos temas porque “nuestros competidores los están mirando e incluso China (principal comprador de carne argentina), y no hay nada peor en el mundo que querer entrar y salir del negocio”. Para exportar, consideró, habrá que hacer algunos giros, como eliminar algunos antibióticos o mejorar realmente la productividad de la cría, para no ser ineficientes con la captura de carbono.
“La Argentina está en un camino de no retorno en el que cada vez más deberá colocar los volúmenes excedentes” de carne en el mercado de exportación, consideró el experto, que consideró que para vender bien ese saldo exportable es necesario tener las condiciones necesarias que exige la competencia del alto rendimiento.
“Competir con el volumen de Brasil no tiene sentido y la calidad se construye no solo con la calidad intrínseca de la carne sino con los factores externos: cómo decir que el producto es ambientalmente amigable y socialmente tolerable”, advirtió Pordomingo.