José Velázquez Jiménez, conocido por todos como José Vélez, lleva más de 60 años de trayectoria. Nació el 19 de noviembre de 1951, en la ciudad de Telde, una isla de Gran Canaria en España. Desde muy pequeño cantó en los mejores hoteles de las Islas Canarias. Actuó y actúa en los auditorios más prestigiosos de todo el mundo como: el “Arena” de Los Ángeles, el hotel “Waldorf Astoria” o el “Madison Square Garden” de Nueva York, el “Teatro de La Zarcuela” de Madrid… el Teatro “Gran Rex” o el “Luna Park” de Buenos Aires, donde actuó unas diez veces en la misma temporada. En su carrera ha cosechado 19 discos de Platino, 32 de Oro y hasta una calle en Telde, su pueblo natal, lleva su nombre.
El público argentino lo adoptó en los años 80 y el lleva a nuestros país en su corazón desde entonces. Desde Canarias, España, no ocultó sus ganas de volver: “Fui durante 31 años ininterrumpidamente a Argentina. Ahora hace 5 que estoy por ir, pero primero me lo impidió la pandemia, el Covid y luego el fallecimiento de dos de mis hermanos. Luego del Covid la situación de los empresarios quedo bastante caótica, y eso lo complicó. Siempre hay propuestas y tengo muchísimas ganas de volver. Amo mucho al público argentino. Es impresionante el cariño que me brindan, pese a ser español y ser profeta en mi tierra, casi el 90% de mis seguidores en las redes sociales son de Argentina. Me escriben y me ponen cosas preciosas que me levantan la moral jajaja. Es un público maravilloso. Yo quiero volver a reencontrarme y te juro que no es un tema de plata, solo pido ciertas condiciones para regresar con un buen show. Llevar músicos en vivo, alguna gente de España… Estoy hablando con dos productores, pero quiero asegurarme bien el tema de promoción y difusión de las fechas. Ir con un medio de comunicación importante que me apoye. Esto es lo que más me interesa, más que lo económico. No quiero hacer algo improvisado, sino lo que mi público merece, un gran show. Amo cantar en vivo y disfrutar de esa conexión maravillosa con el público cantando mis canciones. La calidez del público argentino no la tiene ningún otro en todo el mundo. En el 2026 espero concretar este ansiado reencuentro, tengo muchas ganas de volver a mi querida Argentina. Argentina ha sido para mí mi segunda.”
Con respecto a su presente el cantante, remarcó: “Estoy trabajando mucho. Hace una semana estuve actuando en Canarias en un estadio para nueve mil personas y todos los lugares donde voy son sitios multitudinarios. Hace dos años estuve actuando en el auditorio que lleva mi nombre, en Telde, y habían catorce mil personas. Me siento muy, muy querido en mi tierra. También viaje a varios países de América. Estuve en Colombia en varias ocasiones, pero con Argentina todavía no pudimos concretarlo. Y esto es una asignatura pendiente que tengo que solucionarla ya.”
José Vélez nació en un pequeño pueblo llamado Telde, zona perteneciente a las Islas Canarias. Es el mayor varón de diez hermanos. Vivió una niñez de mucha pobreza, pero de gran alegría. Paso de vivir de la ayuda de Caritas y ganar concursos de canto, a armar una carrera artística y recibir numerosas distenciones. Su verdadero nombre es José Velázquez Jiménez. A fines de los´60, integró un grupo armado por su profesor de música en la Organización Juvenil Española, el Grupo Maravilla, que al poco tiempo se disolvió. Fue entonces que comenzó su carrera como solista. Se presentó en el “Festival de la canción de la Isla de Palma”, donde triunfó. A los diecisiete años, se instaló en Madrid. En 1976, lanzó su primer disco, “Vino griego”, que fue todo un éxito. Desde entonces, ganó diecinueve discos de Platino y treinta y dos de Oro.
Con respecto a su infancia José recordó: “Nací en Telde que es una ciudad que tiene ciento y pico de mil de habitantes. Es la tercera ciudad delas ocho islas de Canarias. Es una ciudad que ha crecido muchísimo con el aeropuerto de Gran Canarias y recibimos millones de turistas continuamente. Tengo unos recuerdos preciosos de mi infancia. Éramos diez hermanos y unos padres maravillosos. Vivíamos en una situación muy precaria. Dormíamos los diez hermanos en una misma habitación dividida. Los varones de un lado y las mujeres de otro. En la otra habitación, dormían mi abuelo, mi tía y mis padres. Teníamos muchas carencias, pero nunca pasé hambre. Teníamos una tía que trabajaba en un buen sitio, y muchas veces los problemas que teníamos en casa, ella los arreglaba porque era muy buena persona. Nos ayudaba mucho, porque éramos muchas bocas para comer. No teníamos nada, sólo un patio grande con una higuera, donde yo me subía y cantaba, desde muy pequeño. Pasaban las chicas que iban al almacén, me veían y aplaudían. Era una época muy simpática y muy bonita. Éramos muy felices pese a no tener nada material. Tengo unos recuerdos maravillosos de mi niñez y mi adolescencia pese a la pobreza. Cambiaría todo por tenerlos a todos otra vez y volver a vivir esa época.”
Rememorando su vida José asegura: “En el colegio siempre me hacían cantar. Mi madre no quería para nada que cantara, ella quería que yo siguiese estudiando. Mi padre, sin embargo, siempre me apoyo. Me alentaba y me decía que siguiera lo que me dictaba el corazón. Mi padre hacía tubos de uralita, ése era su oficio hasta que se enfermó por la manipulación de un material. Después trabajo en una heladería muy famosa de Telde, era muy bien parecido y simpático. Cuando el atendía la heladería se llenaba. Falleció muy joven de un infarto. Solo tenía cincuenta años cuando partió. Mi madre se quedó sola muy joven con todos los chiquillos. Yo quise hacerme responsable y ayudar aún más a mi familia. Era el hermano mayor, solo una hermana me superaba en edad por tres años, y la música nos salvó. Tenía hermanos muy chicos. Ella no quería que yo cantara, quería que estudie. Yo tuve que dejar en tercer grado el colegio y me dedique a cantar. Traer plata a casa era una necesidad. Aquí, en las Islas Canarias, había un movimiento muy grande de hoteles donde había boites que amenizaban los cantantes o artistas, en aquel momento. Comencé a cantar para los extranjeros en esos lugares. Comenzaron a contratarme y trabajaba en muchísimos lugares de esos. Eso me permitía poder llevar un buen dinero a casa.”
Desde temprana edad, José Vélez destacó por su voz, siendo invitado para cantar en los actos del colegio o en cualquier celebración familiar. Tan pronto se fue corriendo la fama de su voz, fue invitado a actos y fiestas populares, comenzando por las fiestas de los barrios cercanos hasta las principales de su ciudad de Telde, todo ello fue a pesar de que no era del agrado de su madre el que se dedicase a cantar: “Desde muy chico canté. Mi papá me llevaba, ya a los siete años, todos los domingos a un concurso que hacia todas las semanas y ganaba mil pesetas el más aplaudido. Con eso ayudaba a mi familia. Ganaba todas las semanas. Era tan negrito, tan flaco, puro dientes, tan moreno…siempre con una sonrisa. Aparecía yo y el público no paraba de aplaudir.”
Fue realmente su padre el que siempre lo animaba a que hiciera “lo que el alma le pedía”. En esta época, el cantante era conocido por el diminutivo de su verdadero nombre: “Joselillo Velázquez”. El éxito obtenido en cada una de aquellas actuaciones, hizo que con solo ocho años, comenzara a actuar en calidad de solista con un grupo local llamado el “Trío Maravillas”. Refiriéndose a sus sueños de niño se emociona recordando: “En mi familia nadie cantaba. Ni mi padre, ni mi madre, solo una tía que cantaba muy bonito. No tengo antecedentes en mi familia de gente que cante. Mi madre era muy negativa hacia mi carrera de cantante. Mi padre no. Él fue el que me inculcó el optimismo, las ganas de salir adelante, de superarme, de ser mejor, de trabajar, luchar y los mejores valores para lograr todo lo que me propusiera en la vida. Mi sueño era darle a mi madre una casa grande con un salón maravilloso. La vida me premio con darme la posibilidad, poder darle todo y disfrutarla muchísimo. Desde chico he tenido muchas ansias de una vida mejor y fuerzas para superarme.”
A la edad de doce años, José fue invitado a participar en el festival de la canción “Isla de La Palma”; era la primera vez que salía de la isla de Gran Canaria. Este festival era uno de los principales de las islas y de los pocos que se televisaban en directo. José ganó el festival por aclamación y su emisión le posibilitó que comenzara a conocerse en toda Canarias. El premio económico fue de ocho mil pesetas, una cantidad considerable para la época: “Desde muy pequeño canté en los mejores hoteles de Canarias. Al principio, interpretaba canciones de Frank Sinatra en hoteles de Gran Canaria, en un inglés horroroso. Y una vez terminado mi show, tenía que hacer dedo, para volver a Telde. Cuando estaba con el ‘Trio Maravilla’ fuimos a cantar al Festival y estaba el representante de Joan Manuel Serrat, José María Lasso De La Vega, entre muchísima gente importante. Yo gané ese festival y ahí me dijeron: ‘Si quieres hacer una carrera en Madrid, te llevamos a Madrid, pero tienes que irte del grupo’. No quise irme del grupo y mis padres estuvieron de acuerdo que así fuera. En aquel momento yo tenía muy poquitos años y mi madre no quiso saber nada tampoco.”
Entre los catorce y dieciséis años, José Vélez continuó actuando por toda Canarias, pero el artista tenía hambre de éxito y sobre todo, la ilusión de grabar un disco con posibilidades, y esto solo se podía hacer en Madrid o Barcelona. Esta vez, aunque a regañadientes, con la bendición definitiva de su madre y el dinero ahorrado, y sin cumplir aún los dieciocho años viajó a Madrid: “Antes de los dieciocho años dije: ¿Yo me marcho a Madrid, porque acá en Canarias no se puede hacer nada. Acá no se puede grabar un disco y yo quiero grabar un disco.’ Tenía muy clara mi meta y mi camino. Mi madre estaba que rabiaba, no quería para nada, lloraba continuamente. Fue una época muy dura. En mis comienzos en Madrid, vivía en una pensión y tuve que superar mi timidez para sobrevivir. Soy muy tímido hasta hoy. En el escenario me como el mundo, pero en la vida no he podido superarlo. Había que golpear muchas puertas y que me venciera la timidez no era una opción. Fue un tiempo muy duro, de mucha lucha y mucha decepción. Estaba lejos de mi familia, mis hermanos… Era otra época, no existía las comunicaciones como ahora. Me gastaba todo lo que ganaba hablando por teléfono, viajar era casi imposible para mí en aquella época. Para comprar un pasaje tenía que trabajar un año y medio. Viaje con una carta de presentación y recomendación de una radio de Telde. No me sirvió de mucho. Hacerme solo en una ciudad tan grande como Madrid fue duro. Me levantaba temprano todas las mañanas y me pasaba, con muchos que hoy son número uno, por las discográficas golpeando puertas en las editoriales de música para que me escuchasen y poder lograr grabar mi primer disco. Ensayaba mucho porque había que cantar las canciones de su editorial, necesitaban cantantes que cantaran sus canciones. Íbamos todos ahí a ver si alguien nos escuchaba y nos quería contratar. Y así fue, me hicieron una maqueta un día, la presentamos a discos Columbia, que era muy importante y ya tenía artistas como Rocío Jurado y Julio Iglesias, les gustó y me ficharon para un disco y luego al final me quedé 10 años. Al principio solamente me hacían singles, de dos canciones, pero cuando vieron que vendía bien y me llamaban de todos los programas más importantes de televisión para cantar, me gané a pulso mi LP.”
Continuando con su historia José agregó: “Llegué a España con la ilusión de grabar un disco. Lo primero que grabé fue un single. Desgraciadamente, mi padre, no pudo ver mí mejor época, mí éxito. Pero él me vio a mi grabar mi primer disco que fue ‘Es así la vida’ que lo gané en un festival y ya en la clínica llegó a verme en televisión. Luego le dedique una canción ‘¿Por qué te fuiste pá?’, la canción la compuse en agradecimiento al constante apoyo que me dio en vida y luego la incluí en mi primer LP ‘Vino Griego’. En ella decía: ‘Porque te fuiste pá, que no pudiste ver todas las cosas que tú siempre quisiste de mí… Esa canción está dedicada a él con todo el amor del mundo. El resultado de lo que él siempre quiso, no lo pudo ver nunca. Que su hijo llegara a ser número uno en España y que fuese tan importante en tantísimos países. Después que el partió llegaron mis éxitos. Grabé ‘Vino Griego’ que fue un éxito a nivel europeo y luego llegaron todos los demás éxitos.”
En 1976 sale su primer disco titulado Vino Griego el cual le sirve para cobrar cierta notoriedad fuera de España y un año más tarde aparece en el certamen de Sopot en Polonia, donde conquista el primer lugar con su tema Romántica.
Su gran momento llegó a fines de 1978 cuando representa a su país en el concierto de Eurovisión con el tema Bailemos un vals. A partir de ese momento alcanza el disco doble de platino y se convierte en uno de los cantantes románticos más afamados y reconocidos del mundo aunque desarrolló casi toda su carrera en Sudamérica, más precisamente en países como Argentina, Uruguay y Chile, donde vendió miles de discos. Con los años, su carrera en la música lo llevó a giras interminables y a ganarse el cariño del público de varios lugares del mundo por más que su corazoncito siempre está cerca de Argentina, donde adelantó que tiene dos propuestas para el 2026: “Muero de ganas de volver a Argentina, para mí es mi segundo hogar. Yo pensé que en esta profesión durabas poco tiempo. He visto amigos que han tenido un éxito o dos y nunca más pasó nada. La música es mucho más complicada de lo que la gente piensa. Me pone feliz el que lleve tantos años de carrera y no dejé jamás en la vida de cantar en vivo. En vivo soy un buen artista y lo me demuestra el público todos los días. Yo necesito el escenario, necesito el contacto con mi gente, el público nunca me falló. Estar tanto tiempo en esta profesión, cumplir años y seguir teniendo ofertas… es para mí es lo más hermoso que hay. No es por lo económico, yo si dejo de cantar me pongo más mayor y me muero un poco. Porque lo que me ha gustado toda la vida es subir a un escenario, aún más que grabar un disco. Espero muy pronto reencontrarme con el público argentino.” Aseguró desde Canarias, España, José Vélez, quien conquistó al público argentino en los años 80 y lleva a nuestro país en su corazón desde entonces.
En su vida personal, José encontró su gran amor en Teresa. Ambos se conocieron en una discoteca: “La conocí cuando volví a Canarias después de haberme presentado, en el festival de Eurovisión. Fui a una gala, y ella estaba allí, porque había sido elegida Miss Las Palmas. La vi y quedé loco. Recuerdo que Teresa estaba sentada en una mesa con su madre, y entonces, yo fui, y le pedí el teléfono. Ella tenía varios años menos que yo. Y, además, le gustaba otro tipo de música. Escuchaba a Pink Floyd, por ejemplo. A la madre si le gustaba mi música y yo aproveche. Me acerque una silla y me puse a charlar. En Teresa he encontrado no sólo al amor de mi vida, sino también a la mujer que ahora administra y representa mi carrera artística mejor que nadie." Afirmó José Vélez sobre su esposa, María Teresa Rivero, con quien está casado desde hace 35 años y se conocen desde hace 40. Hoy Teresa es su gran compañera con la comparte las 24 horas del día.
Su éxito en la vida y su espíritu de superación son indiscutidos: “Creo que lo más bonito que me pudo pasar es haber puesto lo que gané al servicio de los que más quiero. Cumplí mi sueño de ayudar a mi familia. He trabajado para lograrlo. Si golpeaba puertas y me las cerraban, volvía a tocarlas otra vez. Así ha sido siempre mi vida. Los sueños hay que perseguirlos y cuantas veces te digan que no en la vida, hay que intentarlo de nuevo. Si no es en el lugar que estas, ir a otro lugar, otro país, lo que sea necesario. Hay que jugarse por lo que uno ama.”






