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Fanny Mandelbaum: "Uno tiene la edad de sus proyectos y yo genero mi propio trabajo"
Domingo, 23 Febrero 2025 18:10

Fanny Mandelbaum: "Uno tiene la edad de sus proyectos y yo genero mi propio trabajo"

La reconocida periodista, conductora y psicóloga social de 87 años, habló en profundidad en Íntimamente con Alejandra Rubio sobre su carrera de periodista, su infancia, sus comienzos… y como su edad no la detiene para seguir trabajando y soñando con nuevos proyectos: “No hay un día que mi agenda este en blanco, ni la época de pandemia me paró. Soy muy activa, no paro. No dejo que nada me condicione y menos los años. No me condicionó ser mujer para cubrir e investigar ‘casos comprometidos’, sufrir varias amenazas de muerte o estar a punto de perder la vida en reiteradas oportunidades. Hoy sigo con el mismo espíritu, no me callo nada. Además, tengo infinidad de proyectos. Me encantaría volver a la televisión con ‘Juventud Acumulada’ o con ‘SOS, Fanny’, un programa de servicios que tengo en carpeta desde hace años. Aseguró la periodista que quedó en la retina de la gente como la única mujer que cubrió el caso ‘María Soledad Morales’, el primer femicidio de la Argentina, durante siete años.

La periodista de 87 años está en un pequeño parate de su programa de radio “Fanny, sin miedo”; su elogiado y multipremiado ciclo. Aprendió, desde que fue despedida de TELEFE, que su camino era la autogestión para poder decir lo que piensa sin censuras y no esperar que la llamen para concretar sus sueños: "Fanny, sin miedo lo produzco yo, de mi bolsillo. Hay pocos avisadores y los anunciantes prefieren la televisión. Así que con los que tengo cubro los gastos de producción y el resto lo pongo yo, pero no me importa, porque si me quedo en mi casa y voy a terapia todos los días me va a salir mucho más caro. Las opciones son: o hago radio o me vuelvo loca. Con la radio gano en salud, no la cambiaría por nada, aun si pierdo plata. Empecé con esto de la autogestión en 1999, cuando me echaron sin causa de TELEFE después de haber ganado tres Martín Fierro como movilera. No me echaron a mí sola, sino también a 90 compañeros, incluidos todos los conductores del canal, luego de un paro. Al toque me compré un espacio en el canal Metro gracias al apoyo económico de mi marido y en marzo de 1999 empecé con Sin miedo. El programa duró hasta que cambió el gobierno y nadie me quería poner avisos. Hoy me auto gestiono y en Conexión Abierta tengo toda la libertad del mundo. Yo soy muy libre, no paso previamente listas de invitados, invito solo a quien quiero y digo lo que pienso. Ya nadie me va a tapar la boca". Asegura la periodista.

Rebelde desde chica Fanny desde siempre se recuerda justiciera. En el colegio primario ya era la defensora de todos los ‘desamparados’. Quiso ser maestra, luego psicóloga y, en su juventud, se decidió por la abogacía: “Decía que iba a elegir a mis defendidos y que nunca defendería a un culpable. Decía que iba a defender a inocentes que no tuviesen dinero para pagar un abogado. Pero cuando me adentré en ese mundo, me desilusioné y abandoné. Luego me fui a Israel, me volví a Buenos Aires porque mi mamá no quería que estuviera en el ejército y me casé. Tuve dos hijos y un marido realmente maravilloso. Sin él no hubiese podido hacer todo lo que hice. Yo empecé de grande. Cuando comencé tenía mis dos hijos en el colegio y 32 años. Fue por casualidad para ayudar a una amiga y la profesión me atrapó. Mi marido me dio todo su apoyo y así pude seguir adelante.”

“Me inicié en los medios de una manera muy diferente a como empezó todo el mundo. Yo compraba telas, diseñaba los modelos, llevaba lo que se cortaba a los talleristas y hasta los vendía yo misma. Un día una íntima amiga mía estaba trabajando en un programa de radio que se llamaba La Gallina verde, en Radio Belgrano. La habían invitado a un festival de cine y hacía poco que trabajaba en el programa, era movilera y tenemos el mismo color de voz, desde que éramos chicas que íbamos al secundario. Cuando una quería salir con un noviecito que la mamá no la dejaba, cambiaba la voz de la otra y decía: ‘Mamá, estoy con Ana María, llego más tarde’, o: ‘Mamá, estoy con Fanny’. Cuestión que me llamó y me dijo: ‘¿No te animás a suplantarme por pocos días? Nadie se va a enterar, tenés que hacer las notas, yo te presento al técnico y listo´. Empecé con una estafa, lo digo directamente. Empecé con el nombre de Ana María Dasso. Lo sabían el técnico y el conductor, que era Raúl Calviño. El productor, que era Alberto Mata, no lo sabía porque si no la echaba porque hacía poco que ella estaba trabajando ahí. Fui a la radio, conocí al operador, que era un genio total, y a Calviño, y empecé a salir a hacer notas. Iba a buscar a mis chicos al colegio y le hacía una nota a la maestra, les hacía una nota a los chicos, porque venía el Día de la Madre, le hacía una nota al taxista. Agregaba notas pero quedaban quedaban en el grabador, y entonces cuando las escuchaban, las mandaban al aire, como si fueran de Ana María. Cuando ella volvió a la radio me fui a despedir y Calviño me dijo: ‘No, no, yo también me voy del programa, voy a hacer un programa propio y quiero que vengas conmigo’. Y le dije: ‘Pero Raúl, yo no tengo experiencia, no estudié periodismo’. Y me contestó: ‘No quiero experiencia, quiero espontaneidad’. Cerré mi fábrica y me fui a trabajar con Raúl.” Relató Fanny sobre cómo comenzó en los medios.

Continuando con el relato, la periodista agregó: “Raúl Calviño me obligó a ir al ISER porque era un momento en el cual se decía que si no tenías carnet de locutor, no podías usar un micrófono. Así que hice tres años en el ISER y después hice un montón de programas de radio. Estaba enamorada de la radio. Un día, de casualidad, hice un programa con Sergio Velasco Ferrero. Más adelante fui a una presentación para hacer una nota para la radio y Sergio, que era muy ampuloso, muy gritón, me vio y empezó a gritar: ‘¡Esa! ¡Esa es la que quiero!’. Y ahí aprendí a hacer producción de televisión. Pasaron muchos años, te estoy hablando del 78. Luego Víctor Sueiro empezaba en Canal 11, en un noticiero con Juan Carlos Pérez Loizeau, que se llamaba Revista 11, y me llevó al canal como productora del noticiero. Me quedé más de 20 años. Hasta que un día el jefe de Noticias, Emilio Zapiola, me dice: ‘Rusa, hubo un accidente, ¿te animás a cubrirlo?’. Hice la nota del accidente, después me fui al hospital donde estaban los heridos, me fui a la comisaría, y llegué con la nota y los compaginadores, Gardel y Lepera, hicieron una historia maravillosa. “No te quiero más en el escritorio. A partir de ahora te quiero en la calle”

Durante 18 años trabajó en TELEFE Noticias, por cuya labor recibió 3 Premios Martín Fierro, y el día de su despido lo vivió como uno de los más difíciles de su vida: “¡Fue terrible!, fue horrible realmente. Yo tenía que volver a trabajar el 4 de enero de 1999. Me había pedido franco compensatorio para ir a pasar año nuevo con mi hija y mis nietos que estaban en Punta del Este y me enteré por el diario que me habían echado. El 2 de enero estábamos en la playa con mi marido y él leyendo el diario me dice: ‘Despidos en TELEFE’. ‘Haber, déjame ver’ le digo y él me dice: ‘No, deja, deja… Sos la primera de la lista’. Ahí comencé a reinventarme. Realmente fue muy duro. Me dije: ‘En vez de pagarme tres veces por semana un psicólogo, me compro un espacio y hago ‘Fanny, sin miedo. No quería estar tirada en la cama comiendo, convertirme en una ballena e ir casi todos los días al psiquiatra. Me compro el espacio y me doy el gusto de hacer lo que realmente amo.’”

“Hay que tener proyectos. Lía Lerner (la mamá de Alejandro Lerner) fue como mi hermana mayor, ella partió a los 92 años y cuando le preguntaban su edad decía: “Tengo la edad de mis proyectos”. Y es mi frase de cabecera, porque creo que lo que te mantiene viva es tener proyectos… Yo estoy llena de proyectos. ‘S.O.S. Fanny’, un programa que me encanta, se trata de tener un móvil de exteriores en una esquina y que los vecinos puedan venir a decir: ’No anda el semáforo’, ’No hay una bajada para discapacitados en tal lugar’… esas cosas chiquitas que hacen mucho para la vida de muchos; yo lo hice en radio y me encantaría poder hacerlo en televisión. También quiero volver a hacer ‘Juventud Acumulada’. Ese programa era el sueño de mi vida, un proyecto que tenía registrado desde hacía 10 años y que ningún canal aceptaba porque, me decían, a nadie le interesan los viejos y en mi programa los invitados tenían que ser mayor de 70 años. Hasta que una vez me llamó Horacio Levin, que por aquel entonces era director de la TV Pública y me preguntó si tenía algún proyecto. Le presenté varios y de todos me dijo que ya había algo parecido en el canal. Ahí, como última instancia, le conté que había registrado un programa que todo el mundo rechazaba, pero que para mí era fabuloso. ‘Me encanta’, me dijo, y a partir de ahí lo hice cuatro años, siempre los sábados de 14 a 15, hasta que cambió el gobierno. Una lástima que terminara, hacíamos el mejor rating de los sábados. Se dejó de hacer por una cuestión política, aunque el programa no tiene nada que ver con eso. Cambió la dirección del canal y ni me avisaron que el programa no seguía. No me dijeron nada. Además, la directora del canal (Rosario Lufrano) era amiga mía, así que no le costaba nada levantar el teléfono y decirme: ‘Rusa, vos sabes cómo son las cosas, nos encantaría que sigas, pero no se puede’. Yo le hubiera dicho: ‘Me imagino, está bien, no te calentés’. Nadie me dio el adiós, me enteré por mi productor, cuando me comentó que le habían pasado la nueva grilla de programación y Juventud acumulada no estaba. Tengo la alegría de haber hecho a casi todos los grandes contemporáneos. Cuando veo la lista de todos los que pasaron por el programa, me siento orgullosa de mí misma. Correspondía que ella me llamara. Yo jamás pido nada. No me gusta pedir y que me digan que no. Cuando no me llaman me genero yo misma mi propio trabajo.” Recordó Fanny sobre el final de su ciclo de entrevistas que en YouTube sigue sumando reproducciones.

La cobertura del asesinato de María Soledad está en Catamarca fue un antes y un después en su vida y así lo recuerda: “Sin dudas. Aquello fue un clic. Es más, ahora que se murió Ramón (Saadi) todo el mundo me llama para saber cómo fue el caso María Soledad, sobre todo la gente joven. Muchos de los que se interesan hoy por ese caso no habían nacido, es que fue hace 34 años. En este caso estuve yendo durante 7 años a Catamarca hasta el juicio que dejó presos a Guillermo Luque y Luis Tula como los culpables del homicidio. Al principio de la cobertura yo era simplemente una mano que sostenía un micrófono (porque en TELEFE nadie ponía la cara salvo los conductores), pero después empecé a cerrar cada uno de los móviles en vivo mirando a la cámara y diciendo: ‘Para Telefé Noticias, Fanny Mandelbaum’. Y ahí la gente me conoció. Esa cobertura se la debo a Carlos Montero, quien era el jefe de noticias del canal. Cuando me envió la primera vez a Catamarca, me dijo: ‘Te mando con un cheque en blanco porque confío en lo que vas a hacer’. Eso fue lo peor y lo mejor que me pudo decir, porque me metió tanta presión que me rompí el lomo trabajando y a partir de ahí me mandó siempre a mí a lo largo de los siete años que duró el caso. El resto de los canales, en cambio, fueron alternando con distintos cronistas. Mis colegas lo hacían bien, pero yo fui la única mujer y la única que pudo seguir con continuidad los acontecimientos. Por eso la hermana Martha Pelloni y yo representamos el caso María Soledad. De hecho, al cumplirse los 25 años fuimos con Martha juntas a Catamarca, y lo íbamos a volver a hacer para los 30, pero la pandemia lo impidió. Sin Martha Pelloni, sin los compañeros de María Soledad y sin sus padres…No se hubiese llegado a nada. Era un feudo. Ahí el 60% de la población ‘trabajaba’ para el gobierno y eso creían que les daba impunidad. Fue un caso horrible, una violación en manada seguida de muerte, donde estaba involucrado el hijo de un diputado y una diputada. El primer caso en Argentina que se dio como femicidio. Me fui por unos días a Catamarca y terminé viajando por siete años, todas las semanas. Creo que quedé en el recuerdo de la gente por ser tan osada y no tener miedo. No soy valiente, soy irresponsable. Sufrí muchas amenazas de muerte e igual seguí adelante. El gobernador me amenazó dos veces con testigos adelante y una de ellas con mi camarógrafo adelante y el camarógrafo lo grabó. Era tanta la impunidad que sentían, que no les importaba nada. Por más que se consiguió el juicio, desgraciadamente no todos fueron juzgados y los que lo fueron ya están libres… Le dieron solo doce años.” Señaló Fanny Mandelbaum en relación al trágico suceso que la periodista cubrió desde el comienzo y por el cual se ganó el reconocimiento de la audiencia.

Adentrándonos en sus recuerdos, la periodista, asegura: “A los camarógrafos yo le debo mucho. No solamente porque es gran un trabajo de equipo, sino porque salvaron mi vida varias veces en forma literal. Sin ellos no estaría viva. En Monte Caseros me metía sin saber si era campo minado. Yo me metí corriendo y, el Negro Molina, mi camarógrafo atrás. Todos los colegas viéndonos con las cámaras prendidas esperando que voláramos por el aire. En Boulogne, cuando salieron los tanques a la calle, estábamos cubriendo, filmando los tanques que habían invadido las calles y de repente mi camarógrafo de entonces, Fajardo, me bajo la cabeza y cuando miré le vi sangre en la mano, no sabía si era suya o de mi cabeza. Fue una perdigonada y gracias a él hoy sigo viva. También me pasó algo parecido en la Tablada, me bajó la cabeza y pegó la bala en un cartel que estaba arriba mío. Sin dudas, el de arriba siempre me cuidó.” Aseguró Mandelbaum relatando solo algunas de las veces que se encontró cara a cara con la muerte.

Fanny Mandelbaum trabajo muchísimo y recibió infinidad de reconocimientos. Premio Konex 1997. Jurado Premios Konex 2001 y 2011. Psicóloga social, periodista, productora y locutora. Fue coordinadora de prensa del Ministerio de Educación de la Nación (1971-76). Como periodista realizó numerosos programas en las radios Belgrano, Splendid, El Mundo, Mitre, Del Plata y FM JAI. En TV, trabajó en Canal 11, ATC, Teledos, Canal 9 y Canal 13. Se desempeñó en los programas televisivos Grandiosas, Fulanas, Mañana Vemos y Teledos Informa. Durante 18 años trabajó en Telefé Noticias, por cuya labor recibió 3 Premios Martín Fierro (1993, 1995 y 1997). Entre otras investigaciones, cubrió el caso María Soledad Morales y el robo de bebés. Distinguida con los Premios: Alicia Moreau de Justo (1992); Manos de Nuestra Gente (1995), de la Secretaría de Cultura de la Nación; Quinquela de Oro y Nexo (1996), por su labor contra la discriminación. Continúa su carrera en canales de cable. Conduce desde 1994 el programa Sin Miedo por el que obtuvo los premios: dos Martín Fierro, Lola Mora y Margarita Ponce. Tiene 50 años de carrera y a la edad en que muchos profesionales piensan en el retiro ella se encuentra llena de planes. El 9 de diciembre pasado cumplió 86 años y hoy sueña con volver a la televisión y seguir adelante con sus muchos proyectos: “Sigo con ganas de hacer cosas, algunas que ni existen en la televisión de hoy, hice en la radio y me pareció que tuvo repercusiones positivas. Sucede que están las puertas cerraditas también, nadie quiere cosas comprometidas, tengo muchas ideas que, quizá algún día, pueda llevar adelante.”